jueves, 29 de septiembre de 2011

3 CONSEJOS

Una pareja de recién casados era muy pobre y vivía de los favores de un  pueblo del interior. Un día el marido le hizo la siguiente propuesta a su   esposa:


'Querida yo voy a salir de la casa, voy a viajar bien lejos, buscar un empleo y trabajar hasta tener condiciones para regresar y darte una vida mas cómoda y digna. No se cuanto tiempo voy a estar lejos, solo te pido una cosa,
que me esperes y mientras yo este lejos, seas fiel a mi, pues yo te seré fiel a ti.'

Así, siendo joven aun. Camino muchos días a pie, hasta encontrar un  acendado que estaba necesitando de alguien para ayudarlo en su hacienda.

El joven llego y se ofreció para trabajar y fue aceptado.

Pidió hacer un trato con su jefe, el cual fue aceptado también. 
El pacto fue el siguiente:

'Déjeme trabajar por el tiempo que yo quiera y cuando yo encuentre que
debo irme , el señor me libera de mis obligaciones: Yo no quiero recibir mi salario. Le pido al señor que lo coloque en una cuenta de ahorro hasta
el día en que me vaya.

El día que yo salga. usted me dará el dinero que yo haya ganado.'

Estando ambos de acuerdo. Aquel joven trabajo durante 20 años, sin vacaciones y sin descanso. Después de veinte años se acerco a su patrón y le dijo:

'Patrón, yo quiero mi dinero, pues quiero regresar a mi casa.'

El patrón le respondió: 'Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo, solo que antes quiero hacerte una opuesta, esta bien?

Yo te doy tu dinero y tu te vas, o te doy tres consejos y no te doy el dinero y te vas. Si yo te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa.

Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la respuesta.'

El pensó durante dos días, busco al patrón y le dijo: 'QUIERO LOS TRES  CONSEJOS'

El patrón le recordó: 'Si te doy los consejos, no te doy el dinero.'

Y el empleado respondió: 'Quiero los consejos'

EL patrón entonces le aconsejo:

1.. 'NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA. Caminos mas cortos y desconocidos te  pueden costar la vida.

2. NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL, pues la curiosidad
por el mal puede ser fatal.

3. NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, pues 
puedes arrepentirte demasiado tarde.

Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, que ya no era tan joven, así:

'AQUÍ TIENES TRES PANES, dos para comer durante en viaje y el tercero es para comer con tu esposa cuando llegues a tu casa.'

El hombre entonces, siguió su camino de vuelta, de veinte años lejos de su casa y de su esposa que el tanto amaba.

Después del primer día de viaje, encontró una persona que lo saludo y le pregunto:

'Para donde vas?'

El le respondió: 'Voy para un camino muy distante que queda a mas de veinte días de caminata por esta carretera.'

La persona le dijo entonces: 'Joven, este camino es muy largo, yo conozco un atajo con el cual llegaras en pocos días'.

El joven contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando se acordó del  primer consejo, 'NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA. CAMINOS MAS CORTOS Y  DESCONOCIDOS TE PUEDEN COSTAR LA VIDA'

Entonces se alejó de aquel atajo y volvió a seguir por el camino normal.

Dos días después se enteró de otro viajero que había tomado el atajo, y lo  asaltaron, lo golpearon, y le robaron toda su ropa. Ese atajo llevaba a una emboscada!

Después de algunos días de viaje, y cansado al extremo, encontró  una pensión a la vera de la carretera. Era muy tarde en la noche y parecía que todos dormían, pero una mujer malencarada le abrió la puerta y lo atendió.

Como estaba tan cansado, tan solo le pagó la tarifa del día sin preguntar  nada, y después de tomar un baño se acostó a dormir. De madrugada se levantó asustado al escuchar un grito aterrador.

Se puso de pié de un salto y se dirigió hasta la puerta para ir hacia donde  escuchó el grito. Cuando estaba abriendo la puerta, se acordó del segundo consejo. 'NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL PUES LA CURIOSIDAD POR EL MAL PUEDE SER FATAL'

Regresó y se acostó a dormir. Al amanecer, después de tomar café, el dueño de la posada le pregunto si no había escuchado un grito y el le contesto que si lo había escuchado. El dueño de la posada de pregunto: Y no sintió curiosidad? El le contesto que no. A lo que el dueño les respondió: Usted
ha tenido suerte en salir vivo de aquí, pues en las noches nos acecha una  mujer maleante con crisis de locura, que grita horriblemente y cuando el
huésped sale a enterarse de qué está pasando, lo mata, lo entierra en el quintal, y luego se esfuma.
El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa.
Después de muchos días y noches de caminata, ya al atardecer, vio entre los árboles humo saliendo de la chimenea de su pequeña casa, camino y vio entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero  alcanzo a ver que ella no estaba sola. Anduvo un poco mas y vio que ella  tenia en sus piernas, un hombre al que estaba acariciando los cabellos.

Cuando vio aquella escena, su corazón se lleno de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad. 
Respiro profundo, apresuro sus pasos, cuando recordó el tercer consejo. 
'NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, PUES PUEDES ARREPENTIRTE DEMASIADO TARDE'

Entonces se paro y reflexiono, decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día siguiente tomar una decisión. Al amanecer ya con la cabeza fría, el dijo: 'NO VOY A MATAR A MI ESPOSA'. Voy a volver con mi patrón y a pedirle que me acepte de vuelta. Solo que antes, quiero decirle a mi esposa que siempre le fui fiel a ella.'

Se dirigió a la puerta de la casa y toco. Cuando la esposa le abre la puerta y lo reconoce, se cuelga de su cuello y lo abraza afectuosamente.

El trata de quitársela de arriba, pero no lo consigue.

Entonces con lágrimas en los ojos le dice:

'Yo te fui fiel y tu me traicionaste...

Ella espantada le responde: '¿Como? yo nunca te traicione, te espere durante veinte años. El entonces le pregunto: '¿Y quien era ese hombre que acariciabas ayer por la tarde?

Y ella le contesto: 'AQUEL HOMBRE ES NUESTRO HIJO. Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada. Hoy el tiene veinte años de edad.

Entonces el marido entro, conoció, abrazo a su hijo y les contó toda su historia, en cuanto su esposa preparaba la cena. Se sentaron a comer el ultimo pan juntos. DESPUÉS DE LA ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO, CON LÁGRIMAS DE EMOCIÓN, el partió el pan y al abrirlo, se encontró un cheque con todo su dinero, el
pago de sus veinte años de dedicación.

SOLO UN CONSEJO DE UNA SOMBRA MAS EN LA OSCURIDAD
Esta mañana, cuando Dios abrió una ventana en el cielo, me vio y me preguntó: hijo, cual es tu mejor deseo para hoy? yo le respondí:

Señor, por favor, cuida de la persona que está leyendo este mensaje y a Su familia, pues ellos se lo merecen y yo los quiero mucho. El  amor de Dios es como el mar: puedes ver su inicio pero no su final. 
Funciona en el día que lo recibes... tal vez te parezca tonto, pero; la persona  que me lo envió quedó impresionada con el horario .

Vamos a ver si es cierto. Los ángeles existen, pero algunas veces, como no
poseen alas, pasamos a llamarlos amigos(as), como tú.

Pásalo a tus amigos. Algo bueno te pasará hoy a las 20:40 de la noche.

Eso que estabas esperando escuchar.

Esto no es una broma, alguien llamará por teléfono o hablará contigo. No cortes esta cadena: mándalo a 50 personas como mínimo 

Los tsunamis y las revoluciones

Por William Ospina
Alguna vez le dije a un amigo que no veía el motivo de alarmarse demasiado por las catástrofes de la naturaleza o los horrores de la historia.
“Siempre fue así”, le dije. Le recordé la tesis de Voltaire de que todas las edades se parecen por la crueldad de los seres humanos, por la arbitrariedad de los príncipes y la intolerancia de los sacerdotes. Para terminar, le repetí una frase amarga: “Dejaremos el mundo tan malvado y estúpido como lo encontramos al llegar”.
Pensaba yo que no había razón para estremecerse demasiado por los crímenes y las tragedias de la humanidad. Bastaba recordar que, según la mitología más difundida en estas tierras, ya en la segunda oleada de la creación Caín había matado a Abel, y en la tercera Dios, para acabar con la perversidad humana, nos envió un diluvio espantoso.
La historia, le dije a mi amigo, estuvo llena de esos horrores. Pero mi amigo respondió: “Lo malo es que la historia universal dura más o menos setenta años”. Me quedé pensando, y comprendí: en vano hablamos de historia universal, nuestra experiencia del mundo dura lo que dura nuestra existencia, y aunque nos lleguen miles de noticias de cosas que ocurrieron en otros tiempos, lo que verdaderamente ocurre, lo que maravillosamente, lo que espantosamente ocurre, sólo nos ocurre a nosotros en el plazo de una existencia. Lo dijo Macedonio Fernández: “El universo y yo nacimos en 1874”.
El extraño sabor de las revoluciones no está tanto en su desenlace cuanto en su decurso azaroso: ese inesperado derrumbamiento de la Unión Soviética hace dos décadas, esta actual e impredecible oleada de rebeliones en los países islámicos. El verdadero sabor de las catástrofes es ese que nos despierta asombrados ante la avalancha de Armero, ante el derrumbamiento intempestivo de las torres gemelas, ante esas guerras de Afganistán y de Irak, que nos han infamado la vida; o el haber visto esta semana esa ola monstruosa que en las pantallas iba arrasando ante nuestros ojos las costas del Japón, llevándose en su inexorable avance inocente centenares o miles de existencias.
Con cada vida vuelve toda la historia. Alguien tendrá que aprender el color de las rosas y el olor de la lluvia; verá el desierto lunar alzándose como un sueño sobre las cosas; y aprenderá el amor, el crimen, la felicidad. Alguien volverá a descubrir que en el orden de la naturaleza no hay progreso posible, que nadie puede hacer más bellas a las rosas ni más significativas a las estrellas; alguien volverá a delirar que existen leyes de la historia, y alguien volverá a discutir que creer en esas leyes es tan quimérico como hallar formas de leones o de doncellas en las nubes del atardecer.
Lo que vivimos habrá ocurrido innumerables veces pero también es verdad que sólo ahora ocurre, todos vivimos al borde del abismo universal. Y lo que les ocurrió a las generaciones carece en suma de patetismo, porque lo verdaderamente patético es esta incertidumbre, el patetismo de lo inconcluso que sólo nos toca a los que no sabemos todavía cómo terminará todo esto.
Es lo que nos permite maravillarnos con lo maravilloso y espantarnos con lo espantoso; saber que es ahora cuando hay que estremecerse con los crímenes, conmoverse con las tragedias e indignarse con las tiranías. ¿Otros lucharon por la verdad, por el bien, y por la libertad? Ahora es nuestro turno.
“Lo malo es que todas estas cosas vienen a dar en un fracaso irremediable”, dirá León de Greiff. Pero lo único que puede hacer grandioso ese final es haber sido dignos de esta experiencia, que las tareas de la vida no nos hayan hundido en el deshonor. Acaso surja esa verdad que le dará sentido a todo, ese ser que justificará tantos esfuerzos, esa revelación que iluminará la tiniebla. Pero si no llegaran, aún sería noble y valeroso gritar como Barba Jacob: “Sé digna de este horror y de esta nada / y activa y valerosa, oh alma mía”.
Después, no vendrá el final de una vida sino el final de un mundo. Y como en el poema de Borges: “No quedará en la noche una estrella, no quedará la noche”.
El Espectador, 13 de marzo de 2011
Continuará...
* * *
Otros capítulos y comentarios:
* * *
Leer por el simple placer de leer, por la urgencia de convocar la palabra, de recuperarla y otorgarle el sentido que tiene por sí misma. Leer como posibilidad de encuentro y descubrimiento de los otros. Esa es nuestra intención. Que la buena literatura sea asequible a mucha gente, cercana a sus vivencias y a sus esperanzas.
Por William Ospina
Alguna vez le dije a un amigo que no veía el motivo de alarmarse demasiado por las catástrofes de la naturaleza o los horrores de la historia.
“Siempre fue así”, le dije. Le recordé la tesis de Voltaire de que todas las edades se parecen por la crueldad de los seres humanos, por la arbitrariedad de los príncipes y la intolerancia de los sacerdotes. Para terminar, le repetí una frase amarga: “Dejaremos el mundo tan malvado y estúpido como lo encontramos al llegar”.
Pensaba yo que no había razón para estremecerse demasiado por los crímenes y las tragedias de la humanidad. Bastaba recordar que, según la mitología más difundida en estas tierras, ya en la segunda oleada de la creación Caín había matado a Abel, y en la tercera Dios, para acabar con la perversidad humana, nos envió un diluvio espantoso.
La historia, le dije a mi amigo, estuvo llena de esos horrores. Pero mi amigo respondió: “Lo malo es que la historia universal dura más o menos setenta años”. Me quedé pensando, y comprendí: en vano hablamos de historia universal, nuestra experiencia del mundo dura lo que dura nuestra existencia, y aunque nos lleguen miles de noticias de cosas que ocurrieron en otros tiempos, lo que verdaderamente ocurre, lo que maravillosamente, lo que espantosamente ocurre, sólo nos ocurre a nosotros en el plazo de una existencia. Lo dijo Macedonio Fernández: “El universo y yo nacimos en 1874”.
El extraño sabor de las revoluciones no está tanto en su desenlace cuanto en su decurso azaroso: ese inesperado derrumbamiento de la Unión Soviética hace dos décadas, esta actual e impredecible oleada de rebeliones en los países islámicos. El verdadero sabor de las catástrofes es ese que nos despierta asombrados ante la avalancha de Armero, ante el derrumbamiento intempestivo de las torres gemelas, ante esas guerras de Afganistán y de Irak, que nos han infamado la vida; o el haber visto esta semana esa ola monstruosa que en las pantallas iba arrasando ante nuestros ojos las costas del Japón, llevándose en su inexorable avance inocente centenares o miles de existencias.
Con cada vida vuelve toda la historia. Alguien tendrá que aprender el color de las rosas y el olor de la lluvia; verá el desierto lunar alzándose como un sueño sobre las cosas; y aprenderá el amor, el crimen, la felicidad. Alguien volverá a descubrir que en el orden de la naturaleza no hay progreso posible, que nadie puede hacer más bellas a las rosas ni más significativas a las estrellas; alguien volverá a delirar que existen leyes de la historia, y alguien volverá a discutir que creer en esas leyes es tan quimérico como hallar formas de leones o de doncellas en las nubes del atardecer.
Lo que vivimos habrá ocurrido innumerables veces pero también es verdad que sólo ahora ocurre, todos vivimos al borde del abismo universal. Y lo que les ocurrió a las generaciones carece en suma de patetismo, porque lo verdaderamente patético es esta incertidumbre, el patetismo de lo inconcluso que sólo nos toca a los que no sabemos todavía cómo terminará todo esto.
Es lo que nos permite maravillarnos con lo maravilloso y espantarnos con lo espantoso; saber que es ahora cuando hay que estremecerse con los crímenes, conmoverse con las tragedias e indignarse con las tiranías. ¿Otros lucharon por la verdad, por el bien, y por la libertad? Ahora es nuestro turno.
“Lo malo es que todas estas cosas vienen a dar en un fracaso irremediable”, dirá León de Greiff. Pero lo único que puede hacer grandioso ese final es haber sido dignos de esta experiencia, que las tareas de la vida no nos hayan hundido en el deshonor. Acaso surja esa verdad que le dará sentido a todo, ese ser que justificará tantos esfuerzos, esa revelación que iluminará la tiniebla. Pero si no llegaran, aún sería noble y valeroso gritar como Barba Jacob: “Sé digna de este horror y de esta nada / y activa y valerosa, oh alma mía”.
Después, no vendrá el final de una vida sino el final de un mundo. Y como en el poema de Borges: “No quedará en la noche una estrella, no quedará la noche”.
El Espectador, 13 de marzo de 2011
Continuará...

Leer por el simple placer de leer, por la urgencia de convocar la palabra, de recuperarla y otorgarle el sentido que tiene por sí misma. Leer como posibilidad de encuentro y descubrimiento de los otros. Esa es nuestra intención. Que la buena literatura sea asequible a mucha gente, cercana a sus vivencias y a sus esperanzas.

FUNCIONES DEL LENGUAJE SEGUN KARL BUHLER

Karl Bühler en su teoría ha precisado tres elementos en el proceso de la comunicación:

1° Hablante
2° Oyente
3° Asunto o cosa mentada

Estos tres elementos forman un modelo tripolar de comunicación lingüística a tres grandes funciones del lenguaje: expresiva, apelativa y representativa.
  
De esta manera las funciones propias del lenguaje se manifiestan en todo acto de comunicación predominando una sobre otra de acuerdo al elemento dominante sea éste el hablante, el oyente o el asunto.

Si la comunicación está en relación directa con el mundo emocional del
 hablante estamos en presencia de la función expresiva del lenguaje la que permite expresar sentimientos y emociones íntimas.

Si la comunicación esta actuando sobre la persona del
 oyente influyendo en su comportamiento lingüístico o no lingüístico estamos frente a la función apelativa del lenguaje.

Por último, si la comunicación trata de la conceptualización de la experiencia del hablante estamos frente a la función representativa del lenguaje ya que lo importante aquí es la transmisión de conceptos del hablante al oyente.





Jakobson plantea el modelo de la teoría de la comunicación. Según este modelo el proceso de la comunicación lingüística implica seis factores constitutivos que lo configuran o estructuran como tal.





·         El emisor Corresponde al que emite el mensaje.
El receptor recibe el mensaje, es el destinatario.
El mensajes la experiencia que se recibe y transmite con la comunicación.
Pero para que el mensaje llegue del emisor al receptor se necesita además de :
·         El código lingüístico que consiste en "un conjunto organizado de unidades y reglas de combinación propias de cada lengua natural".
·         Y por último el canal, que permite establecer y mantener la comunicación entre emisor y receptor.
Este modelo permite establecer seis funciones esenciales del lenguaje inherentes a todo proceso de comunicación lingüística y relacionada directamente con los seis factores mencionadas en el modelo anterior.

Por lo tanto las funciones del lenguaje son la emotiva, conativa, referencial, metalingüística, fática y poética.
1.- Función emotiva: Esta función está centrada en el emisor quien pone de manifiesto emociones, sentimientos, estados de ánimo, etc.

2.- Función
 conativa: Esta función esta centrada en el receptor o destinatario. El hablante pretende que el oyente actúe en conformidad con lo solicitado a través de órdenes, ruegos, preguntas, etc.

3.- Función
 referencial: Esta función se centra en el contenido o “contexto” entendiendo este último “en sentido de referente y no de situación”. Se encuentra esta función generalmente en textos informativos, narrativos, etc.

4.- Función
 metalingüística: Esta función se utiliza cuando el código sirve para referirse al código mismo. “El metalenguaje es el lenguaje con el cual se habla de lenguaje.

5.- Función
 fática: Esta función se centra en el canal y trata de todos aquellos recursos que pretenden mantener la interacción. El canal es el medio utilizado para el contacto.

6.- Función
 poética: Esta función se centra en el mensaje. Se pone en manifiesto cuando la construcción lingüística elegida intenta producir un efecto especial en el destinatario: goce, emoción, entusiasmo, etc.

Por lo tanto, el modelo planteado con anterioridad sobre los factores constitutivos de la comunicación queda relacionado con las funciones del lenguaje de la siguiente manera:


Hymes al momento de aplicar el modelo de Jakobson al análisis de habla real tomó conciencia de que el factor "contexto" se presta a una doble interpretación: como contexto temático o como contexto situacional.

Pues bien, debido a lo importante que tiene el contexto situacional en un proceso de comunicación Hymes propuso incluir este último como un séptimo factor de la comunicación, quedando el factor referencial restringido solamente al tema.

De esta manera al modelo de Jakobson se incorpora un séptimo factor: la situación o circunstancia, determinándose en consecuencia, una séptima función del lenguaje: la función situacional.

Por último, con el objeto de operacionalizar el modelo, Hymes sugiere un sistema de preguntas correspondientes a los factores y funciones del lenguaje que se representa en el siguiente esquema:


“Halliday no concibe el lenguaje independientemente de su uso, de la cultura a la que sirve y de la cual es producto, como tampoco concibe las funciones del lenguaje únicamente en relación con los participantes considerados en abstracto, sino en relación con los usos mismos, con los comportamientos sociales de esos participantes.”[1]

A partir de esto es posible distinguir que su teoría parte del habla social, de la realización real y concreta del lenguaje.

Por esta razón Halliday distingue entre macrofunciones del lenguaje y microfunciones del lenguaje. Las macrofunciones hacen referencia a aquellas funciones universales, verdaderas, constantes y subyacentes a toda forma de lenguaje, cualquiera sea el ámbito cultural. Las microfunciones del lenguaje se refieren a las que corresponden al uso concreto y real del habla, éstas se presentan en número infinito, diversificándose según las culturas y situaciones concretas.

[1]
 Samaniego José, Téllez Ana; Funciones del lenguaje en “Taller de letras”, 1981
Publicado por América Dinamarca Lecaros a las 23:41 1 comentarios
Las tres macrofunciones determinadas por Halliday son:

1º Función interpersonal
2º Función ideacional
3º Función Textual
La función interpersonal está relacionada con el significado expresivo y conativo de la comunicación lingüística.

La
 función ideacional se corresponde con el significado proposicional o lógico, dado por el contexto lingüístico mismo, o sea, con el significado literal.

Por último, la
 función textual se relaciona con el significado contextual a través de los procedimientos prosódicos de que dispone la lengua, es decir, entonación, pausas, acentuaciones, etc.

Referencia: Samaniego José, Téllez Ana; Funciones del lenguaje en “Taller de letras”, 1981
Publicado por América Dinamarca Lecaros a las 23:40 1 comentarios
Como se nombró anteriormente las microfunciones del lenguaje hacen referencia a los usos concretos y reales del habla. Estos usos se presentan en un número infinito, sin embargo, Halliday ha determinado sólo algunos de estos infinitos usos siguiendo los procesos de desarrollo del niño.

Las microfunciones son las siguientes:

 Función instrumental: Es a través de esta que el niño se da cuenta que el lenguaje le sirve para que las cosas se realicen, tiene que ver con la satisfacción de las necesidades materiales. El éxito en esta función no depende de la construcción de las frases ya que un grito puede tener el efecto esperado.

 Función reguladora: Es cuando se utiliza el lenguaje como medio regulador de la conducta de los demás. Es la función del “hazlo como yo te digo”. El niño toma conciencia de que el lenguaje es un medio para controlar y ser controlado. Esta función da pie al lenguaje de las normas e instrucciones.

 Función interaccional: Se refiere a la utilización del lenguaje entre el yo y los demás. Se trata de un tercer modelo de lenguaje que se forja en el niño y por medio de él el lenguaje cumple un rol muy importante en la consolidación de variados tipos de interacción social como con el vecindario y los grupos de amigos.

 Función Personal: Tiene que ver con la conciencia que tiene el niño de que el lenguaje es un aspecto de su propia individualidad. El lenguaje es un componente importante de si mismo y el modelo personal es un conocimiento intuitivo de este y de la forma como su individualidad se identifica y realiza a través del lenguaje.

 Función Heurística: Tiene relación con le lenguaje como un medio de aprendizaje, un medio para saber sobre las cosas. Halliday afirma que los niños de cinco años ya controlan un metalenguaje de la función heurística del lenguaje ya que saben qué es una pregunta, una respuesta, etc.

 Función imaginativa: Con esta función el niño utiliza el lenguaje para crear su propio entorno, para que así las cosas sean como él quiere. El niño puede crear un mundo propio gracias a esta función, llegando a dominar elementos del metalenguaje tales como historia, inventar, hacer ver que, et.

 Función informativa: Aquí el lenguaje sirve para transmitir nueva información, para comunicar contenidos que, a juicio del hablante, el oyente desconoce.

 Función matética: En esta función el lenguaje está al servicio del aprendizaje y del desarrollo de la ciencia, es una función fundamental no sólo para el individuo, sino también para la sociedad. Deriva de las funciones personal y heurística.

 Función pragmática: Corresponde al uso del lenguaje como acción, otras de las tareas básicas en que participa el lenguaje al servicio del desarrollo individual y social. Deriva de las funciones instrumental y reguladora.